La nave ya no estaba más bajo mis órdenes. Digamos que me había retirado a mis aposentos a esperar a que Infame golpeara la puerta eventualmente y "Lucho, mira, aquí tengo unas páginas nuevas. ¿Qué te parecen?". Desgraciadamente, la distancia —miles de kilómetros— no hicieron posible que aquello sea real del todo, pero el mundo de "la internet" lo hizo posible, veloz, y hermoso.
Todas las semanas le enviaba a Infame mails del tipo:
Todas las semanas le enviaba a Infame mails del tipo:
Muero... Si tan solo... cof... pudiera ver algunas páginas mas antes de partir irremediablemente... Si tan solo...
A lo que él me respondía, exactamente un día antes de que haga una tremenda fiesta de presentación de su libro El Hombre que Vino del Cielo:
A lo que él me respondía, exactamente un día antes de que haga una tremenda fiesta de presentación de su libro El Hombre que Vino del Cielo:
cof cof! He estado toda la semana malito. No he podido salir ni nada, pero la semana que viene lojurolojurolojuro que le envio las nuevas páginas. Esta noche de sabado no creo ni ke salga cofcof (a ver si tenemos fiesta presentacion de Corina tambien caballero, con mariachis y todo, vaya preparando el tequila que yo llevo a las cuates).
¡Un descarado!
Éramos dos niños que se lo pasaron en grande en todo el momento de la realización de su primer libro en conjunto. La espera de las páginas, debo decir, no fue desesperante. Sucedía que cada vez que recibía un mail de Infame con el "clispsito" de adjunto, ya comenzaba a sonreir. Y la sonrisa no se iba hasta unas horas después de apagado el ordenador.
Aquí les comparto la portadilla del libro, porque la historia está tan bonita que no podría adelantarles ni una página (aunque, si quieren ver un chapuzón hermoso, visiten la página del Sr. Infame ya mismo):
¡Un descarado!
Éramos dos niños que se lo pasaron en grande en todo el momento de la realización de su primer libro en conjunto. La espera de las páginas, debo decir, no fue desesperante. Sucedía que cada vez que recibía un mail de Infame con el "clispsito" de adjunto, ya comenzaba a sonreir. Y la sonrisa no se iba hasta unas horas después de apagado el ordenador.
Aquí les comparto la portadilla del libro, porque la historia está tan bonita que no podría adelantarles ni una página (aunque, si quieren ver un chapuzón hermoso, visiten la página del Sr. Infame ya mismo):
Intentamos hacer, desde este continente y desde el otro, un camino de "cómo se hizo". Mi parte ya está hecha. Faltará que Infame publique alguna que otra cosa de estos momentos finales de la realización.
Lo que viene serán algunas cosillas como reportajes, juegos y avisos de salida del libro.
Pero la "Bitácora de Realización" de Corina y el Pistolero ha terminado para este guionista.
Porque un buen guionista debe saber —ante todo— cuándo es el momento de callarse y dejarle el timón a un buen dibujante.
Fue un placer caminar con todos ustedes. ¡Nos vemos!
2 comentarios:
un placer caballero y un poco triste de que lleve tanto dibujar (con todas imagenes que tengo ganas ya de ver y de que vea).
Preciosa bitacora y una enorme generosidad que no merezco sin duda pero ha sido para mi un lujo poder ver como se cocinaba un guión que cada vez conozco algo más y, cuando al fin suceda, me va a dar pena terminar por el modo en que he disfrutado de todo lo que tenía alrededor.
Por cierto a ver si puedo ver en mibuenosairesquerido la edición definitiva del olvido, que ya tengo ganas.
De vez en cuando continue con el relato caballero, que es precioso
(por cierto que la próxima semana le llegará la nueva ración mensual de corina)
Es verdad; estamos entrando en la "fase de tristeza". Terminar algo que fue tan hermoso realizar deja huecos.
Pero también creo que esos huecos, cuando son por maravillas como fue todo lo que fue pasando durante el Corina, se llenan con nuevos proyectos y aventuras. ¡Ojalá!
Y ojalá también que cuando estés por acá podamos armar una presentación de la versión argenta del Historias...
¡La Leyenda Continúa!
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