martes, 16 de octubre de 2007

Gulliver en tierras Bolivarianas: La Llegada.

Finalmente, los aviones dejaron de carretear sobre las nubes. Ya estoy donde debía estar (y la verdad que, con tantos cambios y aeropuertos me suena extraño que mi equipaje y yo estemos juntos en este pueblo).
Por primera vez en mi vida, alguien con un cartelito de "Luciano Saracino" (si, escrito bien, aunque parezca increíble) me recibía. Caracas. El hotel se llamó Las Quince Letras (está todo tan bien pensado que se buscaron un hotel con un epíteto con la cantidad exacta de letras de mi nombre y apellido...).
A las nueve de la noche estaba planchado, intentando mentirle a mi cuerpo con un "más vale que te duermas y te olvides del calor que hace, que seguro que en el Amazonas va a ser mucho peor porque va a hacer calor pero con mosquitos, tarántulas y ratas de cincuenta kilos". A la medianoche golpearon mi puerta y yo pensé: "cagamos..." (por algún extraño motivo en mi programación, siempre que golpean mi puerta a esa hora pienso aquello). Pero no. Se trataba del escritor Javier Chiabrando, que recién llegaba a Caracas y venía a cumplir la promesa de "a ver si nos conocemos un día de estos". Nos quedamos charlando un rato y ahí ya no pude volver a dormirme.
A las cinco de la mañana comencé otra vez una odisea de dos aviones (¡el segundo con sólo seis butacas!) que me trajo a Apure, primer punto de mi "gira" y donde mañana debo decir unas palabras de inauguración a la feria. ¿Miedo? Si.
Anécdota: Me estaba tomando un café con quien es el encargado de "guiarme" y, como si de un golpe comando se tratara, un equipo de señoritas se metió en el bar jeringas en mano y al rito de "¡a vacunarse contra la rubeola y el sarampión!"
Por supuesto que opuse toda la resistencia que pude, pero finalmente las malditas se salieron con la suya y me inyectaron vaya a saber qué cosa chavista en mis venas blandengues.
¡Lo más extraño es que todo el mundo se mostraba de lo más familiarizado con aquello!.
Luego, en una librería, la misma cantinela (tuve que sacar un cartelito que me dieron para que no me pinchen de nuevo). Un hombre que se ganó mi confianza me tranquilizó con un "mejor pinchado que muerto". Imagínense mi cara.
Sobre lo que puedo oler del momento político: aquí la gente es fanática de Hugo o odia a Hugo. Es notable ver los noticieros: Telesur con las cosas que ya conocemos de allá y los canales de la contra dando palos a más no poder. Intento buscar medias tintas.
No encuentro.

PD: hasta ahora solamente vi una iguana de unos dos metros. Nada de ratas de cincuenta kilos por la cercanía. Pero cuando le pregunto al respecto a la gente acerca del asunto que tan preocupado me tiene desde Buenos Aires, me responden "ah! eso en el Amazonas. Por acá no". Yo trago saliva y cuento con los dedos. Cuatro días.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lucho!! llegaste!! HAHA que bueno... mucha mierda para las charlas y eso. Yo por lo pronto estoy en plena produccion de carpeta.
LLegaste a venezuela pal partido de la seleccion (por dios... si a eso se le puede llamar seleccion). En fin, que la pases de lo mejor y a la vuelta, por mas que te tengamos cansado en clase, se viene la catarata de preguntas.
saludos

Matias C.

Puly dijo...

Hola!
mi nombre es Roberto y dí con tu blog revisando el del genial Poly y sí me sumo a cambiar el día del amigo por el 19 de julio y sí me gustaba Jack Palance en Aunque usted no lo crea (no el modernoso Dean Cain con tanto carisma como una tabla de planchar) (aunque yo conozco una que...)
te invito a que descubras mi blog y dejes algún comentario (por favor:)
Yo soy... como decirlo? una ser de la peor especie: el "aspirante a..." esos maravillosos caballeros que no han logrado cumplir su sueño pero que desean insistir aún sin saber cómo... claro que, al no saber para donde apuntar sus cartuchos, los "aspirantes" disparan por donde pueden y rezan porque alguien reciba el tiro. ¿qué estaba diciendo? cierto, visitá mi blog!!

Anónimo dijo...

decime, que hacias a las 9 de la noche planchando??!! y con todo ese calor. Es ese calor pegajoso como aca?
Tuviste suerte con las vacunas, yo pense que te iban a pinchar con esa que va en la columna (o por ahi), de esas que te dan en el ejercito. Menos mal que no llegue a escribirte antes de que llegaras alla! no te ibas a dejar pinchar!

Suerte con las palabras mañana :)
Un beso grande!

Maria Luz

Daniel Jervis dijo...

Qué bueno saber que todo anda bien, por las tierras norteñas, cercanas a la mía por cierto.
Debe hacer un calor infernal; en la selva siempre se suda jajaja. En cuanto a las ratas de 50 kilos, nosotros también tenemos de esas y se llaman Capibaras (por lo menos en Ecuador). Asi que a lo mejor si sabes su nombre de antemano te traten con más cariño y si tienes suerte, quizas puedas probar una, ya que su carne es comestible y uno de los platos típicos de la selva (suerte con eso). Fuera de eso, dicen que la selva amazónica es uno de los lugares más lindos del mundo y que vale la pena conocerla, a pesar de los insectos, el calor, los pinchazos y los capibaras. Yo no conozco la selva de mi país nunca tuve la oportunidad, así que disfruta que debe ser una experiencia maravillosa. Yo aca mientras tanto continuare con las locuras de Yemi. Saludos! Daniel

Anónimo dijo...

que lindo vacunarse!!!! jajaja! me dijeron q esas inyecciones se aplican cada dos días, asi que andá preparándote...
pudiste ver el partido? como fue la experiencia de jugar de visitante?
Mucha merd con las charlas
Martin.

Laura dijo...

Lucho: ¡se te dio la fantasía de las enfermeras sexies del hospital del terror!
Ya me vas a contar cuando vuelvas a nuestra casa... y espero que me digas la verdad (ja!).
Te amo y mucha suerte!!!!!!

Poly Bernatene dijo...

Si hubieras contado algo sobre tu lucha contra 20 anacondas voraces, tarantulas hambrientas por tu carne, inclusive alguna de tus apariciones espectrales, te hubiera creido...pero no me jodas.... vos planchando!?
Con respecto a lo de las enfermeras creo que tu mujer te conoce muy bien y no agrego nada sobre el tema!
Te mandamos un abrazo enoooorme y todo lo mejor!!Esperamos más crónicas al pié del cañon! Y tranqui, cualquier cosa, cual Clarc Kent, ponete los anteojos de Esteban Rey, que de sortear peligros la tiene clara!!

Laura dijo...

Chicos, no me asusten: no dijo "planchando" sino "planchado": extenuado.
No creo que haga en Venezuela lo que jamás hizo en La Paternal, por favor!!!!!!! Igual, si planchás en el Amazonas, sacate una foto para mí!

Poly Bernatene dijo...

Ah!!!ya me parecía...ahora puedo dormir tranquilo!!
Lau, perdón por el exabrupto, te juro que yo también me asusté... y mirá que he leido cosas aterradoras!!
Un beso para los dos!!!

Luciano Saracino dijo...

Matías: me parece muy bien que, ante mi ausencia, sigas trabajando para hacer un hermoso laburo de fin de curso. Gracias por los enhorabuenas! Nos vemos en un ratito.
Puly: nada mas hermoso que los "aspirantes a...". No te olvides que para conseguir un logro primero hay que soñarlo mucho. Solamente en la intensidad de ese sueño estará la calidad del resultado. Ni bien vuelva a Buenos Aires y me asiente, reviso tu blog y te dejo comentarios. Gracias por la visita!
María Luz: haberme avisado antes!!! Lo de la vacuna fue locura total (aunque no la mayor de este viaje). Y el calor... bueno, digamos que es un calor hermoso. De los que uno se siente feliz de sufrir.
Martín (o Marta): lo del partido de visitante fue bizarrismo puro. Para que tengas una idea, lo vi en un hospital, que fue el único lugar donde mi amigo de esos pagos pudo poner fútbol. Rarísimo. Pero de verdad.
Laura: te amo. Solo existe una enfermera/secretaria/porrista (en todos los sentidos) que me vuelve loco. Esperame que ya llego.
Poly: gracias. Siempre es bueno saber de vos. Aún así, decirles a vos (y a todos) que lo que dice Laura es verdad: el verbo planchar en mi caso solo va acompañado con una cama y una almohada. Creo que imaginarme planchando la ropa es mucho mas aterrador que cualquiera de los libros de monstruos que hicimos juntos!!!
Besos a todos!