jueves, 27 de septiembre de 2007

Gulliver en Tierras Bolivarianas (I): Dudas

Hace unos días recibí un mail de otro de los autores invitados a la Feria por las Regiones de Venezuela (no voy a dar el nombre, pero es de los más conocidos) donde me decía algo así como: "a mí me habían dado la ruta del Amazonas pero la rechacé. Viendo que no sólo no la cancelaron sino que, además, la recorrerás vos, me siento un poco culpable. Cuídate mucho". ¿Y por qué habría de "cuidarme mucho"? me pregunté yo sentándome en la máquina y recurriendo a internet para averiguar un poco más de la maravillosa zona que me tocará conocer en octubre.
Pumas / Panteras Negras (especifican en varios lugares que se tratan de las "grandes") / Jaguares / un roedor de ¡50 kilos! / un tipo de águila que ¡puede levantar a un niño! (los signos de admiración no son chistosos: son la desesperación expresada) / el Gran Caimán del Orinoco (así, con nombre de demonio y todo) / Cocodrilos de hasta tres metros / Anacondas de hasta diez metros / Boas Constrictors / Tembladores (que son peces que pueden matar a las personas por la electricidad que poseen) ... y hay más. Por ejemplo, que la zona tiene ocho meses de lluvias ininterrumpidas (y que mi viaje, claro, se da durante su apogeo).
Lo más extraño de todo es que los aborígenes hablan sus propios dialectos, por lo que comienzo a preguntarme seriamente qué es lo que voy a hacer con mis cuentos por allá.
¿Debo sospechar?
Salgo el 13/11.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parecen salidos de cuento... Máquina de fotos y anotador de personajes temibles para nuevos cuentos para niños (?)

Anónimo dijo...

Si tenés miedo llevate un perro! ja! Martin.

Luciano Saracino dijo...

Anónimo: el anotador, seguro. La máquina de fotos, lo dudo. Pierdo una por viaje. Espero que los niños puedan reirse de MIS miedos. Así es mucho más divertido.

Martín: No me dejan pasar el perro por el check inn. Además, ¿qué hago con un perro en Baires? Acá me cuidan Laura y la negra. Y no hay lugar para un perro en este PH (excepto que me vaya a dormir al pasillo -cuestión que a veces se presenta demasiado concreta...-).