viernes, 22 de enero de 2010

HO2!


Como si fuese un susurro, algo les había comentado aquí.

Pero ahora es oficial: el editor de Dolmen (España) publicó en su blog la inminente salida de la segunda parte de las Historias del Olvido (que éste servidor escribe junto a Javier de Isusi y son ilustradas por lo mejor de cada casa).

En este tomo II no solamente dibuja Ken Niimura (que fue el primero que revelé). Tenemos tres dibujantes más.

Una es española y los otros dos argentinos.

¿Quieren saber el nombre del que ilustra la maravilla que está aquí arriba?


El mismo. Ya lo conocen (y si no pasen por su página, que van a ver).
No saben el orgullo que fue para mí lograr que semejante MONSTRUO de la ilustración participara de este proyecto. No me va a alcanzar la vida y los abrazos para agradecerle. ¿No les parece, viendo esa página, que está haciendo algo magnífico?

Cuando pueda les iré mostrando páginas nuevas (y no me olvido que quedan dos ilustradores que develar) de este libro del que me siento orgulloso de participar.

Sobre el argumento me parece que casi nada puedo decir. Escuché por ahí que uno de los custodios de los olvidos se enamora de quien no debe y unas puertas que nunca deberían abrirse se abren y que...

O... no sé. No me acuerdo. Me olvidé.

Juro que estuve dos años escribiendo esta historia pero ahora mismo no me acuerdo ni una palabra de su trama.

Cosas del Olvido.
Esta semana terminamos (¡por fin!) de escribir el Libro III. Y no saben lo feliz que me pongo cuando pasan estas cosas.
PD: Lo que sí me acuerdo es que la frase "soy todos tus olvidos y de todos tus olvidos aparece mi alimento" pertenece a la canción "Buen día, dia", del genio de Miguel Abuelo. Le calza como recuerdo al Dimenticatoio.

miércoles, 20 de enero de 2010

Corto Maltés:


No puedo evitarlo. Es mi personaje preferido.

De chico soñaba ser como él. Elegante. Aventurero. Valiente.
Las historias del Corto Maltés siempre tuvieron un aura que las hacen únicas. Y verdaderamente no volví a leer una historieta con semejante clima.

Ahora que soy mayor y me di cuenta que nunca seré como el Corto (aunque bastantes puertos descansen en mis espaldas y muchos atardeceres le esperen a mi gastada vista), tengo otro sueño: cuando envejezca quiero escribir como Hugo Pratt.


Corto: ¡Vaya! ¡Qué guapa! No sé por qué me recuerdas a un tango de Arola que escuché en el cabaret de la Parda Flora en Buenos Aires...

Pandora: A lo mejor me parezco a alguna que había allí...

Corto: ¡No! Precisamente porque no te pareces a ninguna, me gustaría encontrarte siempre... en cualquier lugar.

Corto mira, en silencio.
Pandora mira, en silencio.
Pandora: ¡No iré contigo, Corto Maltés!

Corto: Lo sé.
El Corto se quita un collar de flores que lleva al cuello y se lo coloca.

Corto: Adiós, Pandora.


Así termina la magnífica Balada del Mar Salado, y así terminan casi siempre las historias del Corto Maltés. No hay tiempo para quedarse. Porque más allá del mar esperan Rasputín, Steiner, Boca Dorada, Vida Larga, Esmeralda, Lord Ja-Ja, Jack London, Tiro Fijo, Fosforito...
Más allá del mar espera la Aventura.
Siempre hermosa.

Por eso hay que seguir adelante.
Y por eso el Corto siempre fue mi personaje preferido.


PD: No voy a hacer publicidad a un multimedio. Simplemente, voy a decir que una revista de literatura comenzará a sacar desde este sábado los libros de este magnífico personaje. Y que me siento absolutamente celoso de todos aquellos que leerán por primera vez estas historias. A los amantes del buen comic, ¡salud!

miércoles, 13 de enero de 2010

LuchaLibro!

La excelente revista digital chilena Lucha Libro —contracultura para todos— me hizo una entrevista acerca de mis amores y odios literarios. Me divertí mucho respondiendo las preguntas, y me enorgullece haber sido convocado. Charlamos sobre literatura, y me preguntaron sobre mis libros dilectos. Si quieren leerla, solo tienen que hacer click aquí.
Más rara fue la entrevista sobre zombies (pero no sobre el libro que escribí sino sobre zombies reales) en El Periódico de Catalunya. ¿No me creen? Lean acá. Parece que me volví una especie de experto en zombies. La cosa se puso rara.

lunes, 4 de enero de 2010

¿Historietas para chicos?

Si.
Es un bellísimo lugar para decir cosas. Y es un precioso reducto al que los chicos pueden recurrir cada vez que tengan ganas de armarse mundos. De meterse en las historias. De hacer lo que quieran.
Decía Chesterton que los cuentos de hadas son ciertos no porque nos digan que los dragones existan sino porque nos dicen que a los dragones se los puede vencer. Y esa frase la tengo presente casi a diario cuando me siento a escribir. ¡A los dragones se los puede vencer! O, al menos, se les puede/debe dar batalla.
Porque no son molinos esos gigantes. Ni son sábanas colgadas de la soga esos fantasmas.
Por eso es tan importante la literatura (y ya no importa si es historieta, álbum ilustrado o qué) para chicos. Y por eso es tan rico que se armen debates al respecto.

Alguna vez escuché (como todo el mundo) esa frase que dice que el arquitecto es suficentemente hombre como para no ser diseñador pero demasiado poco como para ser ingeniero. Sabemos que esa frase (aunque no se pronuncie) existe también entre los dibujantes y escritores que se mueven alrededor del mundo "para chicos". Una vez en una exposición en una galería de importancia habían colgado obras de unos ilustradores geniales. Los comentarios, aquella vez, eran del tipo "qué bueno que las galerías les den lugar a los ilustradores cada tanto, también". Y uno no lo podía creer: ¿es que estos tipos pueden ser discriminados por alguien? ¿A alguno se le ocurriría ponerlos en duda? ¿No están a la vista sus méritos artísticos? Después, uno de ellos me sacó la duda: "no somos pintores", me dijo. Y punto final al asunto.
Lo mismo sucede con los escritores. Una vez, en un círculo de "jóvenes autores" alguien mencionó que yo escribía libros para chicos y otro alguien preguntó: "¿pero también escribís novelas?". El periodista Andrés Valenzuela hace unas semanas escribió una maravillosa nota al respecto que se publicó en Página/12 y que armó un precioso debate en su blog personal. Fue un orgullo para mí estar convocado entre la lista de autores que daban su opinión sobre lo que significa hacer historietas para chicos.
Creo que la historieta nacional está en un punto de franco crecimiento en el que estos debates son ricos y necesarios.
Y quería empezar el año diciendo eso: que me siento orgulloso de hacer historietas para chicos. Porque hay todo un mundo por descubrir. Y no hay nada mas emocionante que descubrir mundos.


Lo que ilustra estas palabras de apuro son páginas de un libro de historietas para chicos llamado Hay que Salvar a Tomate!, que escribí yo, está ilustrando Gerardo Baró y va a ser publicado por la editorial Pictus.
Y acá abajo la tapa del Página/12 Espectáculos de la nota que les comentaba... ¡con el León en primerísimo plano!